Una mañana gris

Es uno de esos días invernales en el que te levantas zombie. Es temprano, muy temprano, el sol aún no alumbra la calle, ni tu habitación. No entra por la ventana su alegre y cálida luz. Pero tú te incorporas. Empieza la jornada para ti.

Aún no estamos en invierno, pero lo que te recibe recién levantado es el frescor de la madrugada, de la mañana aún principiante. No dan ganas de levantarse, pero sacas fuerzas de debajo de la almohada. El agua fresca del grifo te despierta la cara y te quita las legañas. Te asomas al balcón. Llueve y no hay un alma en la calle. Suspiras.

Te vistes con la ropa fría, calentándola con el cuerpo amodorrado. Te preparas el desayuno, se te quema la tostada. Te ríes porque sigues dormido y no te das cuenta de nada. Decides poner la radio. La voz del locutor te saca de tu estupor matutino. Una tertulia política. ¿Tan temprano? Cambias la emisora, buscas algo alegre. Sale música y la cantas a voz en grito. Total, ya está lloviendo...

Bajas a la calle. Abres el paraguas. Buscas el coche para ir al trabajo. Cierras el paraguas. Te subes. No arranca. Te muerdes el labio y te ríes de tu suerte. Bajas del coche. Abres el paraguas.

La parada de autobús más cercana está en la otra calle, justo al otro lado de tu casa. Vas andando y justo ves que el bus llega, no ve a nadie, y se va... Corres para pillarlo, pero el conductor no te ve. Te mojas. Te enfadas. Te ríes de tu suerte.

Vuelves a la parada con resignación. Ahora llega otra persona, con la respiración agitada también por correr tras el bus. Os miráis, os habláis. Os reís de vuestra suerte. Os hacéis amigos.

Viene otro bus y lo cogéis. Habláis por el camino de cosas sin importancia. Las gotas de lluvia. Las nubes y sus formas caprichosas. Los colores de los paraguas. Cosas importantes de verdad.

Llega tu parada. Te bajas. Abres el paraguas y lo vuelves a cerrar. Total, ya estás mojado... Te ríes de ti mismo mientras se lo cuentas a tus compañeros. Todos cuentan su historia matutina. Una mañana gris para todos. Os reís todos. Trabajas con una sonrisa en la boca.

¿De verdad ha sido una mañana gris? ;)

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