Anoche una horda de pequeños vampiros, fantasmas y zombies se paseó por mi vecindario pidiendo caramelos, dando carreras y aullando. Mientras algunos sonreíamos ante algunos disfraces, otros se disgustaban por la nueva moda de celebrar "Halloween" en lugar de la tradición cristiana de los santos difuntos.
La verdad es que estamos en un mundo globalizado, en el que estamos al tanto de lo que se hace y se deja de hacer en el resto del planeta. Conocemos un poco más las tradiciones de muchos lugares, igual que en otros lugares también nos conocen mejor que antes. El que nos acojamos a otras fiestas de otros lugares no es más que la consecuencia lógica de esta globalización. ¿De qué nos serviría estar conectados todos con todos si no probamos cosas nuevas?
Sin embargo, también estoy de acuerdo en que hay que preservar las tradiciones. La del día de los Santos Difuntos me parece una forma muy sentida de rendir tributo a aquellos que se nos fueron y que echamos de menos. La visita a los cementerios cada 1 de noviembre a poner flores a nuestros seres queridos no debería caer en el olvido, así como la de reunirnos los conocidos y comer el dulce típico: los huesos de santo.
Pero esto no quiere decir que debamos elegir entre una fiesta o la otra. La del 31 de octubre es una fiesta pagana, en la que se da forma a la unión entre el mundo de los vivos y de los muertos. La del 1 de noviembre es una fiesta cristiana y muy sentida, de recogimiento y recuerdo. Tienen carácter opuesto, pero yo lo veo como las dos caras de una misma moneda.
Así, abro la puerta nuevamente, y veo a una niña de unos 7 años, vestida de zombie que me sonríe mientras es ella la que reparte caramelos y desea buenas noches a los vecinos. Y mientras se lo cojo con asombro pienso que lo estamos sacando todo de quicio y que los niños sólo buscan lo que más les divierte, pero que no por eso olvidan lo demás. ¿Tú que opinas?
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Pues desde luego estoy totalmente de acuerdo contigo, Lourdes. Debemos abrir puertas, y no cerrarlas. Y más cuando se trata de pasarlo bien y arrancar una sonrisa en momentos tan grises como los que estamos viviendo.
ResponderEliminarEn mi ciudad, Vigo, ha sido la noche más "espeluznante" que jamás había visto; las calles se llenaron de zombies,vampiros, hombres lobo...un montón de extrañas criaturas que vinieron del otro lado y, bajo la luz de la luna llena, danzaron siniestras por las calles de la urbe, haciendo de la ciudad algo cuanto menos, "diferente".
Enhorabuena por el post! ;-) Larga vida a Samaín, Halloween o...llámale X!
Un saludo,
Aída Donoso
Muchas gracias por el comentario, Aída! Todo lo que sea enriquecer la cultura de un lugar al tiempo que te diviertes es bueno. Y más, como bien dices, en momentos grises como este.
ResponderEliminarAsí que gracias de nuevo, y larga vida a Halloween! Espero que no pasaras mucho miedo... ;) Un saludo!