lunes, 12 de marzo de 2012

Señores: ¡se abre la veda!



El viernes pasado comenzó la campaña electoral de las elecciones autonómicas andaluzas y asturianas. Desde ese día ya no podremos pasear sin ver las caras sonrientes de los políticos de turno mirándote desde farolas, paredes, postes publicitarios e, incluso, en nuestros buzones. Señores, se abre la veda.

Siento ponerme hoy un poco más seria de lo habitual. Mi intención al escribir este blog es darle una vuelta a todo lo que nos rodea, para que pienses por ti mismo y te des cuenta de que no todo es blanco o negro, sino que hay una increíble cantidad de tonos grises a nuestra disposición. Y hoy siento que es mi obligación usarlos todos.

La época que estamos viviendo es muy dura. Eso lo sabemos todos. Sin excepción. Eso debería incluir a los políticos. Sin embargo, oyendo lo que dicen en los mítines no parece que compartan nuestras preocupaciones. Mientras el talento de un montón de jóvenes se escapa del país para encontrar un futuro laboral en otros paises, nuestros políticos se pelean por conseguir el poder. De hecho, en un boletín informativo autonómico andaluz salieron varios de nuestros políticos en diversos mítines dentro de nuestra comunidad. Y lo único que saqué en claro de sus declaraciones es que ambos aseguran tener la capacidad para llegar al gobierno.

Y ahora viene mi pregunta: ¿ninguno de ellos piensa en nosotros? En lo que nos conviene, en lo que deben hacer para acabar con la mala situación que tenemos, en evitar la fuga de cerebros y que todos podamos tener una vida aquí, en nuestro país. Y es que nadie parece tener claro las reglas a seguir para salir del bache.

En otros post he sido bastante optimista. Pero la base de muchos de mis post han sido la de ser feliz haciendo lo que te gusta. Eso incluye, por supuesto, tener un trabajo con unas condiciones dignas, o las facilidades suficientes como para montar el negocio tú mismo y dar trabajo a los demás. Yo creo que es eso lo que necesitamos como agua de mayo. ¿Algún político que lleve eso en su campaña? ¿O se limitarán, al igual que en las elecciones generales, a tratarnos como a una jugosa pieza de caza, poniendonos trampas y haciéndonos confiar en cosas que no son?

En fin, no me gusta dejar el tema así. Por tanto, terminaré con un consejo, querido lector: no te creas todo lo que un político te diga, sea del signo político que sea. Plantéate bien si todo lo que dice puede hacerse y si nos llevará a algo mejor. Y vota con sentido común cuando llegue el momento. Es posible que las cosas mejoren si todos participamos con cabeza.



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