200 años de Pepa

El día de hoy es importante. ¿Por qué? Pues porque celebramos el bicentenario de la Constitución española de 1812 de Cádiz, cariñosamente conocida como "la Pepa". ¿Hacemos un repaso a la Historia? ¡Pues adelante!

En primer lugar, nos pondremos en situación. España se encontraba invadida en 1808 por los franceses, al mando del general Napoleón. Para el año 1812 ya habían acupado casi toda Andalucía. Excepto Cádiz, símbolo de la resistencia, y que consiguió soportar el asedio de los franceses. Pero, ¿qué se estaba cociendo en Cádiz?

Pues bien, podríamos decir que todo empezó en 1809, cuando se inició la Junta Central Suprema. En este ambiente se crearon las Cortes Constituyentes (necesarias para la creación de la Constitución) y se valoró la neecesidad de consultar al pueblo para buscar soluciones.

Los diputados se reunieron y, el 24 de Septiembre de 1810 se crearon las Cortes Generales. En ella se debatieron los principios del nuevo régimen a crear, y que fueron la soberanía nacional, la división de poderes y la inviolabilidad de los diputados. Así mismo, se reconocía como rey a Fernando VII, pues la abdicación a la que se vio obligado recurrir no era válida: faltaba el consentimiento de la nación.

Después de numerosas sesiones, la primera Constitución española se creó en 19 de marzo de 1812. La "Pepa" tenía 384 artículos, divididos en 10 capítulos, cuyos principios eran los siguientes:

• Soberanía nacional.
• División de poderes (legislativo, ejecutivo y judicial).
• Se introduce la milicia nacional en las Fuerzas Armadas.
• Se hace oficial la religión católica.
• Se regulan las funciones de las Administraciones locales y provinciales.
• Se acababan con los privilegios en el sistema fiscal.
• Se obliga a los ayuntamientos a fomentar la educación.

Esta Constitución sentaba las bases del liberalismo, por eso es tan importante. Sin embargo, estas reformas no duraron mucho. En cuanto la guerra por la independencia con los franceses acabó (tras el error de Napoleón de dirigir sus ejércitos a Rusia), el Rey Fernando VII regresó a España, en marzo de 1814. Y lejos de alabar la labor de las Cortes de Cadiz, declaró nulas sus actuaciones, pues le despojaban de su soberanía. Así, el absolutismo volvió a España y a Europa de mano de la Restauración.

Pero ya no voy a entrar en esos derroteros. La lección con la que debemos quedarnos es que el pueblo debe tomar parte de su gobierno, decidir lo que quieren y los problemas que les urge más tratar y resolver. La Constitución de 1812 es un buen ejemplo de la voluntad del pueblo llevada a cabo. Por eso, sólo me queda decir... ¡Viva la Pepa!

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