lunes, 11 de junio de 2012

Historias del futuro


A la humanidad nos suele fascinar el futuro. Cuando pensamos en él, vemos todos los adelantos que podremos tener para entonces, cómo estaremos y por dónde andaremos y con quién. Todos lo hemos pensado alguna vez, ¿verdad?

En esto pensaba hace algunos días. El porqué es muy simple: estaba repasando un viejo libro de inglés cuando llegué a un tema en el que hablaban de los adelantos en las tecnologías de la información. No me sorprende, pues es un tema importante. Pero claro, el libro tiene sus años, y mostraba orgulloso los ordenadores con ese enorme monitor que ocupaba la mesa entera, los teléfonos móviles modelo ladrillo (con su antena y todo, eh?) y te explicaba lo que es un procesador de texto con asombro contenido. Incluso acababan explicándote lo que es Internet.

Tras este interesantísimo paseo por lo que en el pasado era el futuro, se me ocurrió que demos juntos una vuelta por las visiones de futuro que tenían en otras épocas. La del libro de inglés es una historia que te saca una sonrisa, pero en la gran mayoría de libros y películas el futuro no es tan amable con nosotros. Lo veremos con dos ejemplos claros: el libro "1984", de George Orwell; y la película "2001: Odisea en el espacio", de Stanley Kubrick.

Empezaré con 1984. Este libro fue publicado en 1949, y está ambientado en una sociedad de unos cuarenta años más tarde. Allí, la tecnología domina la vida de todos los habitantes del país, pero no sólo porque no se pueda hacer nada sin tecnología (que es la gran preocupación nuestra ahora mismo), sino porque el estado ha decidido usarla para controlar a su gente. Es decir, hay un "Gran Hermano" omnipresente en las vidas de todos, controlando lo que hacen hasta en sus propios hogares. A la vigilancia continua, hay que añadir otros medios de opresión, como la neolengua, que impide a la gente decir exactamente lo que piensa, tergiversando la manera de pensar y expresarse. Desde luego, no es un futuro en el que quisiera estar, aunque hemos de reconocer que ya nos muestran únicamente lo que queremos ver (véase partidos políticos, marcas, etc.).

Y ahora, veamos 2001: Odisea en el espacio. En este caso, la historia se desarrolla en el espacio, como su propio nombre indica. Un grupo de científicos va de expedición a Júpiter para una misión importante. Pero por el camino, el ordenador que gobierna la nave (HAL 9000) comienza a dar problemas. La inteligencia artificial está dando mayor importancia al éxito de la misión que a la vida de los tripulantes de la nave. Éste es un tema recurrente: el supercomputador que al principio lo hace todo más fácil para luego comenzar a tomar el mando de nuestras vidas por su cuenta. Inquietante, ¿verdad?

La conclusión que se puede sacar de todo esto es que la tecnología es buena siempre y cuando se use bien. Es fácil decirlo, pero... ¿alquien sabrá reconocer cuándo la usamos bien y cuándo lo hacemos mal? Personalmente, espero que sí.

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