El misterio del jarrón: sospechosos I

Hoy seguimos con el enigma de la semana anterior. ¿No lo viste? No te preocupes, puedes hacerlo siguiendo este enlace: El misterio del jarrón. De todas maneras, te lo resumo: la familia de Myriam volvió de la playa, y mientras ella se duchaba oyó un ruido. Al salir, nadie sabía nada de ese ruido, pero el jarrón de la cocina estaba tirado en el suelo... ¿Quién habrá sido?

A la vista de este misterio, Myriam, que como recordarás, es una gran fan de las novelas de detectives, decide abrir una investigación. ¿Y cuál es el primer paso de toda investigación que se precie? Efectivamente, hablar con los sospechosos.

Habló primero con sus padres. El día de los hechos habían salido a pasear a Gasol, que estaba inquieto después de un día entero solo en casa. Acababan de volver cuando Myriam salió de la ducha, pero ¿lo hicieron después del ruido o antes? Haciendo memoria, la chica no estaba segura de haber oído la puerta de la casa. Ellos dicen que no oyeron nada... ¿Sería verdad?

Tras pensarlo por unos momentos, Myriam decidió que debía serlo. Por dos razones. La primera es que sus padres no tenían motivos para mentir, ellos no se castigarían sin salir de su habitación por haber roto nada, como harían con sus hijos. Y la segunda es que ellos habrían recogido los trozos de jarrón si lo hubieran tirado al suelo. Dejarlos tirados parecía más bien obra de sus hermanitos...

Por eso, la atención de Myriam se centró en los principales sospechosos: Ana y Dani. El interrogatorio a cada uno de los pequeños lo verás en próximos posts.

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